Mientras dormías

​ ​Esta es la primera película más “antigua” de la que vamos a hablar, y creo que es perfecta para empezar esta sección y, además, para empezar el año. Eran mediados de los 90s cuando Sandra Bullock (La ciudad perdida, 2022) y Bill Pullman (Murdaugh Murders: The Movie, 2023) decidieron que era momento de entregarnos la comedia romántica de la década, y vaya si lo consiguieron. Es asquerosamente romántica, qué manera de enamorarnos a todos, al más puro estilo Capra (Qué bello es vivir, 1946) o Leo McCray en ‘Tú y yo’ (1957)

​ ​¿No os han dicho algunas veces que tenéis que hacer cosas para ser importantes? Vivimos casi en una especie de competición a ver quién llega antes a todo, quién llega primero y quién lo hace mejor, pero no por cuestiones primordiales ni personales, sino porque así nos lo hacen creer. Nos han hecho creer que eso es lo que importa, dejar huella en este mundo, ser el mejor de los mejores… No, no es para tanto, y menos si viene de un deseo externo a ti mismo.

​ ​Pues esta película me hizo pensar mucho en este asunto, ¿qué queremos hacer aquí? Tenemos la oportunidad de vivir una vida, ¿cómo queremos realmente vivirla? Hacer pequeñas cosas, centrarnos en aquello que nos dé felicidad, aunque sea la cosa más mundana posible, ¿es algo que vale la pena? ¿No puedo, simplemente, conformarme con una vida cómoda donde sea feliz sin exigirme demasiado? Creo que es justo la vida que Lucy (Sandra Bullock) siempre ha deseado, disfrutando de aquello que, aunque pueda parecer insignificante ante los ojos de otros, le hace feliz.  

​ ​Esta película es un poco cenicienta en su concepto, pero porque la misma Lucy es una mujer soñadora y es justo eso lo que nos hace soñar a nosotros con poder vivir algo como lo vive ella, poder emocionarnos tanto con pequeñeces como dar un paseo a la luz de la luna. Creo que soñar despiertos es lo que nos hace valientes, lo que nos hace humanos, por lo que vale la pena vivir… y qué mejor sentimiento que este para empezar un nuevo año.

​ ​Lucy estaba enamorada de un hombre que no conocía y con el que casi ni hablaba. Me recuerda a todas esas veces en las que nos hemos enamorado de una persona en el metro y, solo por un instante, hemos romantizado absolutamente todo sobre ella sin conocerla de nada. Bueno, de eso se trata en una historia de amor, de romantizar todo. Su situación es algo más complicada, ya que hablamos de una mujer que nunca ha podido tener una familia ni formar parte de un hogar y, en un instante, todo eso le vino de golpe y porrazo. De estar prometida por arte de magia y del engaño inocente, (como dirían nuestros padres, mentiras piadosas) a estar totalmente enamorada del hermano de su prometido. 

​ ​Estamos ante una comedia involuntaria, además, lo cual nos va a llevar a situaciones bastante irreales con una salida algo pobre o, mejor dicho, convencional. No es sorpresa dado que la dirige Jon Turteltaub, director de obras como ‘La búsqueda’ (2004), ‘Aprendiz de brujo’ (2010), ‘Megalodón’ (2018)o ‘Elegidos para el triunfo’ (1993) y ‘Fenómeno’ (1996), las cuales, aunque no son grandes películas, tiene un aire muy fresco que te hacen pasar un rato muy agradable aunque sus gags cómicos sean clichés o, a veces, algo “ridículos”.

​ ​La composición es de una película clásica, aunque en algunos aspectos intentan modernizarse un poco más, ya que estábamos casi cambiando de siglo, pero en sí misma sigue siendo muy tradicional. Este ambiente, que no digo que sea algo negativo, se consigue gracias a las actuaciones de los personajes secundarios más anclados a lo clásico, véase porque son personas de casi la tercera edad, pero que, además, me gusta mucho como los implementan para el juego cómico del propio film, sirviendo estos como alivio cómico familiar en toda regla. Y esto se consigue, además, gracias a la excelente mano que tiene Turteltaub a la hora de dirigir a los actores y actrices de sus films, ya que, aunque no tenga las comedias mejor llevadas de las últimas décadas, sí metería la mano en el fuego por sus excelentes elecciones y direcciones a la hora de manejar al cast a su antojo, es un genio en lo suyo.

​ ​Diría, basado en mi experiencia viendo sus películas, que ‘Mientras dormías’ es mi película favorita de toda su filmografía, aunque igual también junto a la comedia de aventuras surrealista y tan gamberra que es ‘Megalodón’, justamente por eso que hablábamos antes, porque me hace soñar.

​ ​Es fácil soñar mientras duermes, pero es de valientes soñar despierto. Yo quiero vivir en un mundo donde las personas se atrevan a ser valientes, a soñar, se atrevan a ser como son y como querrían ser y, por supuesto, quiero un mundo donde las personas vivan como quieran, pero sintiéndose vivas.

★★★★

#Cinealaderiva

14 de enero de 2024