The Marvels

​ ​Una cosa tengo clara: la gente ya no busca divertirse en el cine. 

​ ​Diría que me sorprende lo que ha ocurrido, pero sería mentir. Últimamente vivimos un efecto extraño en el que todo el mundo decide ensalzar productos del pasado, poniéndolos de ejemplo a pesar de haberlos hundido a más no poder en su día, para criticar y menospreciar a los actuales. Es algo muy usual con las películas de superhéroes, pero, realmente, ocurre con cualquier superproducción.

​ ​Es una sensación desagradable ver cómo gente a tu alrededor decide criticar algo sin haberlo visto o, simplemente, lo han visto sin mirarlo lo suficiente. Puede que esto también se deba al constante apego que tenemos a las redes sociales, donde cualquiera puede decir lo que quiera de algo sin, siquiera, contrarrestar información, con insultos y vejaciones, pero sin consecuencias. Es muy triste descubrir que se gana más repercusión menospreciando y creando toxicidad. Sin embargo, yo me senté en una sala medio vacía (primera vez desde hace más de 10 años que empezaron las películas del UCM) durante poco más de 100 minutos y al acabar, cuando salí del cine, lo primero que le dije a mi hermano fue: “Bua, qué bien me lo he pasado.”

​ ​‘The Marvels’ (2023) no se presenta al público como la película que cambiará sus vidas para siempre, que romperá los moldes de las superproducciones o que te dará la mayor experiencia audiovisual del siglo. De hecho, Nia DaCosta (Candyman, 2021), su directora, ya avisó que era una película que, a pesar de que la podría disfrutar todo el mundo sin problema, estaba especialmente hecha para los más fans del género y de los cómics, al igual que ella.

​ ​Estoy de acuerdo en que todos queremos ver obras que nos dejen huella de por vida y nos ayuden a experimentar sensaciones que se distancien de la comodidad de la rutina, pero, qué queréis que os diga, yo disfruto muchísimo de aquellas películas que me ofrecen justamente la comodidad de la rutina. ¿Por qué se ha cogido, últimamente, la fobia a la diversión? ¿Por qué parece que la gente vaya de antemano dispuesta a que algo no les guste? 

​ ​No sabría decir el porqué de esto, pero si me pidieran mi opinión siempre respondería lo mismo: siéntate, déjate llevar y no tengas miedo a disfrutar o a que te guste algo, por muy típico que sea.

​ ​El último film del universo cinematográfico de Marvel es, justamente, esto de lo que hablo. ‘The Marvels’ no viene a cambiar el paradigma social, pero viene a traernos una space opera con tintes noventeros de las buddy movies, pero con un estilo mucho más contemporáneo. Una trama que se centra en sus protagonistas y ya no tanto en la trama en sí, que funciona y sirve de elemento cohesionador para la dinámica entre Carol (Brie Larson; Cocina con química, 2023), Mónica (Teyonah Parris; El clon de Tyrone, 2023) y Kamala (Iman Vellani; Ms. Marvel, 2022), que, si me lo permiten, son el núcleo y corazón de la película.

​ ​Está muy de moda juzgar a las películas por lo que no son, y, en este caso, como en muchos otros recientes de superhéroes o no, no difiere de la media. Esta película no se siente, ni intenta ser, un evento multi galáctico donde pasan muchas cosas por segundo, esta película no se siente, ni intenta ser, algo más allá que una grapa de sábado con la que desarrollarnos una relación a tres partes, donde tres mujeres fuertes se entienden, sanan y se conocen a sí mismas a la vez que aprenden que, a veces, tampoco está tan mal formar parte de un equipo.

​ ​Juzguemos a ‘The Marvels’ por tener un villano olvidable aunque funcional para la trama que nos plantea; por notarse los cortes de edición de una historia que pedía más tiempo; por un ritmo apresurado que ayuda en lo bueno, pero desmejora el film en lo malo; por fallar, en ocasiones, en un apartado de VFX para el que se ha invertido mucho dinero… Pero, evidentemente, no juzguemos como algo negativo ser una pequeña historia que gestiona de maravilla la acción y la aventura; unos escenarios y una potencia visual gigantes, al más puro estilo ‘Star Trek’; o la emoción que transmite ver como nuestras tres protagonistas se enfrentan, no solo a los problemas de la trama, sino a su propio crecimiento personal.

​ ​No entraría a desdeñar la actitud misógina que ha sufrido Brie Larson por parte de un sector, cada vez más grande, de la población desde que se estrenó con su primera aparición en el UCM en 2019… no entraría si no fuera uno de los grandes alicientes que, junto a la huelga de actores, la pandemia y la pequeña caída que está sufriendo Marvel desde hace unos años con y para el público popular, han hecho de ‘The Marvels’, de forma muy injusta, el primer gran batacazo de la franquicia de superhéroes más importante del mundo.

​ ​Lo siento, las producciones audiovisuales nos afectan a cada uno de forma diferente y lo que a mí me parece una obra magna, a ti puede parecerte el mayor despropósito del mundo, es normal, se le llama subjetividad y diversidad de opiniones. Sin embargo, no es lo mismo opinar diferente a insultar aquello y a aquellos que no entran en tus niveles de exigencia, y, mucho menos, por razones machistas, racistas, xenófobas, lgtbfóbicas… por tanto no, no habrá tolerancia y respeto para los intolerantes e irrespetuosos. ​ ​

​ ​Ahora ‘The Marvels’ parece la peor película de la historia, pero dentro de 7 años, cuando haya algo nuevo a lo que criticar, pasará a ser una de las mejores películas de Marvel Studios, al tiempo. Algo hecho con tanto mimo y con un corazón tan grande no merecerá nunca padecer lo que está padeciendo. 

Más alto. Más lejos. Más rápido. Juntas.

★★★★

#Cinealaderiva

22 de noviembre de 2023