por David Castiella
No es nada fácil tranformar una historia que podría perfectamente ser portada de un programa de Sálvame en una película interesante y profunda. Solo unos pocos maestros son capaces de llevar lo estrambótico a un lugar alejado del amarillismo de la promesa y centrar el foco en la otra cara de la moneda.
Para que tengáis una referencia cercana a lo que ha hecho Todd Haynes (The Velvet Underground, 2021) en su nueva película, es muy similar a gran parte del cine de nuestro Pedro Almodóvar, que siempre ha contado historias donde lo extravagante solo es un escaparate para la poesía que filtra. Películas como 'La piel que habito' (2011), donde el hecho de que el personaje de Antonio Banderas (Indiana Jones y el dial del destino, 2023) secuestrara al violador de su hija y lo sometiera a una cirugía de cambio de sexo, podía parecer un argumento de telenovela, pero lejos de buscar la exaltación, Almodóvar se lo llevaba a un terreno mucho más oscuro, perverso y lleno de matices sobre el amor.
En este caso habitamos un lugar similar al de 'La piel que habito', una mujer (36 años) mantiene relaciones sexuales con un niño (12 años) y tras ser pillados in fraganti pasan inmediatamente a ser figuras públicas. 24 años después, la pareja está casada y llega una actriz que quiere aprender de ella todo lo posible para interpretarla en una película.
Haynes es sin duda uno de los cineastas actuales que mejor han sabido plantear las fórmulas clásicas en el modernismo cinematográfico, dejando que la puesta en escena se visibilice lo mínimo para que no intervenga en los relatos, pese a que haya una gran figura autoral detrás de las imágenes. Su cine siempre ha tenido dos vías, el melodrama donde se ha labrado una gran carrera con obras claves como 'Far from Heaven' (2002), 'Carol' (2015) o 'Dark Waters' (2019); y el biopic musical y documental en cintas como 'Velvet Goldmine' (1998) , 'I'm Not There' (2007) o 'The Velvet Underground' (2021).
Menciono a Bergman (Saraband, 2003) en el título de la crítica porque lo que más me ha gustado de la cinta -a parte de lo que mencionaré después- es sin duda la puesta en escena de un director que no deja de sorprender con la sensibilidad con la que sigue tratando la imagen. Bergman es considerado (me incluyo) como el mejor retratista de cuerpos de la historia del cine, un anatomista de la imagen que conseguía a través de su mirada trasladar los horrores psicológicos y físicos del ser humano.
Esa máxima del retrato de cuerpos la aplica Haynes en un juego muy similar al de 'Persona' (1966), donde la mimetización de las protagonistas se va haciendo cada vez más evidente a través de los incisivos encuadres tanto en lo físico, donde ellas se van pareciendo cada vez más, como en lo mental a través de los espejos, las miradas e incluso la voz. Es una especie de juego del gato y el ratón a un nivel psicológico entre dos personajes tempestuosos que acaban comiéndose la una a la otra en un nivel estético y literal.
Imagen procedente de IMDb.
A parte de la maestría en la batuta de Haynes, la principal razón por la que ver la película son las increíbles interpretaciones de su reparto principal. Quizás la mayor sorpresa es la de Charles Melton (Riverdale, 2017 - 2023) que capta perfectamente el trauma escondido, el atractivo y la inseguridad de su personaje.
Ahora, la masterclass a la que asistimos la dan dos de las mejores actrices de la historia, Julianne Moore (Embaucadores, 2023) y Natalie Portman (Thor: Love and Thunder, 2022) se comen la pantalla en una interpretación totalmente acorde al estilo de la cinta, porque no solo dan vida a dos personajes distintos, sino también una conexión de persona interpretada/persona que interpreta que se materializa como un personaje propio. No hay nadie este año que haya logrado lo de Natalie Portman, es un tigre que acaba de salir de su jaula, con una fisicidad magnética, sensual y poderosa.
Es cierto que la película tiene un subtono de humor negro que no me funciona demasiado, porque no he encontrado graciosos esos anclajes cómicos que Haynes parece intentar. Es el único punto negativo en una cinta que es fascinante de principio a fin.
★★★½
#Cinealaderiva
11 de diciembre de 2023