Robot Dreams

¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?

Por Abel Estellés


Robot Dreams | Pablo Berger

España, 2023 | 102 minutos

Guion: Pablo Berger; Novela gráfica de Sara Varon

Elenco princpal: Animación muda

Coproducción España - Francia, Arcadia Motion Pictures, Noodles Production, Les Films du Worso, RTVE, Movistar+

​​Si la reencarnación existiera y alguien me preguntara en qué querría renacer, probablemente le diría que en un personaje de Pablo Berger. ‘Robot Dreams’ es una forma más en la que el director nos está queriendo transmitir, desde ya hace algunos años, todas sus vivencias y emociones a través de sus personajes. Ellos son los que realmente importan en todo esto. Todos somos Dog y todos somos Robot, convergemos, nos encontramos y evolucionamos. Pasamos de un ser a un estar continuo, sin poder definirnos porque siempre estamos cambiando.

​Un relato que nos hace añorar el sentido de la vida, la vida misma en sí, a pesar de estar viviéndola. Porque es verdad, Berger tiene razón, estamos constantemente pensando, sintiendo, disfrutando y sufriendo, somos felices y a la vez desgraciados… pues estamos existiendo y es lo que conlleva. ‘Robot Dreams’ es todo eso y más. Muestra cómo es el anhelo, el querer, el echar de menos, el volver a querer, pero, sobre todo, el saber dejar ir y seguir queriendo aun así. Sin echar a correr.

​Sara Varon compuso este musical para nosotros y Berger lo ha dotado de la banda sonora que requería, una que no necesita palabras ni diálogos para llenarnos de sonrisas y lágrimas. ‘Robot Dreams’ nos enseña que la pérdida la vamos a seguir sufriendo, que nos sentiremos solos, pero no pasa nada, nos lo podemos permitir, siempre nos lo podemos y debemos permitir. Hallaremos amistad mientras veamos amanecer entre los rascacielos de Nueva York, o en el reflejo de los lagos de Covadonga o, también, en los gajos de las naranjas que te da tu abuelo mientras desayunáis.

​La fotografía y las imágenes son esas armas que nos dan todo lo que necesitamos saber y lo que no hemos notado, pero que el director quiere que veamos. Esas armas que tanto nos enseñan, aunque no nos demos cuenta. Además, la calidad artística y visual tan pulida que Lokiz ha creado, un portento técnico, dotan a la película de una inteligencia emocional, una ternura y una estética preciosa. Un acompañante perfecto para la calidez con la que Berger trata a unos seres antropomorfos, como si le estuviera dando un abrazo a un viejo amigo. Porque eso es esta película: un fuerte y cálido abrazo.

Imagen procedente de La Vanguardia

​La sensación que se te queda al acabar ‘Robot Dreams’ es la que tienes cuando con 5 años tus padres te llevan al cine por primera vez: montones de imágenes, sonidos y mensajes que se quedan durante días, anclados a nosotros. Necesitamos ese tipo de historias, de las que perduran, que nos importan y hacemos nuestras para siempre; historias que evocan fantasía o realismo, da igual, y da igual, precisamente, porque lo que importa es que comparten esencia. Todas emanan amor por el cine.

​Las palabras están sobrevaloradas cuando lo único con lo que soñamos es en sentir el afecto y el cariño de alguien más, aunque lo acabemos dejando ir... Todo empieza y todo acaba, todo duele y todo nos hace sonreír; como Erice al cerrar los ojos, porque, al final, los cerraremos y todo esto seguirá aquí. Eso sí, algo se vendrá con nosotros y el reflejo de nuestro cariño se quedará en la obra, eso lo tengo claro. No será solo la película, será ella misma y la forma en la que nos influyó a todos. 

★★★★★


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2 de febrero de 2024


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