Road House

​ ​Hay veces en la vida en la que uno solamente quiere ver a hombres desparramados por el suelo, llenos de sudor y sangre, dándose madrazos como panes. Aunque, pensándolo bien, ¿quién no querría?

​ Han pasado 35 años desde que Rowdy Herrington (Bobby Jones: la carrera de un genio, 2004) y Patrick Swayze (Powder Blue, 2009) se constituyeron duros de profesión y sacaron a la luz la película original de 'Road House', la cual tiene poco que ver con el remake más allá del nombre y lo sexy que es el protagonista. 

​ ​Doug Liman (Chaos Walking, 2021) decidió que para honrar a esta película quería basar su versión entera y únicamente en el hecho de ser duros y tiró directamente a ser un spin-off de 'Jungla de cristal' (John McTiernan, 1988) o, incluso, 'Fast & Furious' (Rob Cohen, 2001), pero sin pistolas de balas infinitas ni coches que viajan al espacio.

​ En los 80' había un tipo de cine que nació para satisfacer al público masculino que no estaba con la testosterona por las nubes y a un público femenino que buscaba su propio héroe de acción no tan hipertrofiado. Porque, recordemos una cosa, tanto en películas, series y videojuegos, los hombres hipermusculados, así como las mujeres hipersexualizadas, eran siempre fantasías para los hombres, siempre, sin excepción. De hecho, parece que los mismos hombres han olvidado actualmente. 

​ ​Vean más obras hechas por mujeres y verán como ellas retratan al tipo de hombre y mujer que les atrae... descubrirán que no se parece en nada a lo que los hombres creen. 

​ ​Este cine ochentero donde se creó un panorama gamberro, y no tan blanco, era donde aparecían estos "héroes" pandilleros, más sexis que cachas, y adaptaban el western a las calles de Nueva York. Justo lo que ocurría con la 'Road House' del 89, que se tomaba muy en serio a sí misma sin dejar de lado la comedia tan chorra que le daba esa personalidad picantona. 

​ ​La nueva 'Road House', a cargo de Doug Liman, prefirió basar su espectacularidad en una puesta en escena física más diferente a lo que se suele ver actualmente. O sea, las cámaras se mueven por dentro de las propias peleas de forma casi subjetiva, cosa que no se suele ver en este tipo de cine y es lo mejor y más original de la propia película. Jake Gyllenhaal aprovecha esto para darnos algunas de las secuencias más divertidas del film, sacando a relucir su carisma natural y calidad actoral.

​ ​La historia es aburrida y digna de estudio porque el guion brilla por su ausencia, con una historia a la que hay que querer buscarle el sentido porque... en fin, mucho no tiene. Los villanos son de pandereta, con unas motivaciones pobrísimas para toda la problemática que presentan y, además, desarrollo propio no reciben. De hecho, el único personaje que tiene algo más de desarrollo es el protagonista, el resto entrarían en el saco de personajes olvidados de películas olvidadas por el bien de la "trama".​

​ ​ ​En general no ha sido una película por la que haya estado valiendo la pena la espera, Prime Video no sobresale por sus "direct to plataform", desde luego. 

​ ​Si me preguntan, solo vean este film sabiendo que van a estar ante 2 horas de testosterona pura en la que cada puñetazo te meterá dentro de un sistema solar propio de hombres sin camiseta y con ganas de acurrucarse mientras se apuñalan unos a otros en un bar... o en la calle, o en un yate o, incluso, en casa de tus padres. Acción divertida, sangrienta y sin tomarse muy en serio a sí misma porque si lo hiciera sí que sería una cagada. 

​ ​A mí, esto, me entra de fábula para pasar la tarde.

★★★ ½ 

#Cinealaderiva

1 de abril de 2024