Hermana muerte

Salto estético, tropiezo narrativo

por David Castiella



Hermana muerte | Paco Plaza

España, 2023 | 91 minutos

Guion: Jorge Guerricaechevarría, Paco Plaza

Elenco princpal: Aria Bedmar, Maru Valdivieso, Luisa Merlas, Almudena Amor

El Estudio, Netflix

​Desde que ‘[REC]’ (2007) y sus consiguientes secuelas reventasen la taquilla española y pasasen a ser unas de esas pocas elegidas en traspasar fronteras y convertirse en fenómenos mundiales, Paco Plaza y Jaume Balagueró (Venus, 2022) separaron sus caminos para forjar más que interesantes carreras dentro del género. 

​Aunque parecía que nada podía acercarse al éxito de crítica y público de la ya mencionada ‘[REC]’, con ‘Verónica’ (2017) Plaza consiguió transformar una película con un argumento ya muy visto en un disfrute a partir de su sencillez, un sólido guion y personajes muy bien definidos. En la parte estética Plaza dio un salto de calidad tremendo con ‘La abuela’ (2021), otro de los peaks del terror nacional donde ponía en escena la demencia a base de encuadres perfectos y un espeluznante uso del espacio. Y así llegamos a ‘Hermana muerte’, que abrió el festival de Sitges el pasado octubre y que ahora ha recalado en Netflix. 

​Cuando una monja llega a un convento, sabes que muchas cosas buenas no van a pasar. En un subgénero bastante trillado, el director valenciano ha decidido que era el marco perfecto para la precuela de ‘Verónica’. La protagonista es la Hermana Narcisa, interpretada por la debutante en cine - y revelación - Aria Bedmar, que en la película de 2017 era la monja anciana y ciega (vaya combinación) que tan tantos escalofríos nos causaba y que, en aquella ocasión, servía como figura de sabia.

​En algún momento, y sobre todo en su contexto, puede recordar a películas como ‘El espinazo del diablo’ (2001) de Guillermo del Toro, que se situaba en los albores de la Guerra Civil donde los espíritus buscan un halo de redención cuando los protagonistas escuchan su historia, no sin antes llevarse unos cuantos sustos. Sin embargo, en la cinta del director mexicano esa urgencia del tiempo narrado tenía mucha más presencia sobre el relato, mientras que en la de Plaza solamente nos encontramos con breves pinceladas de ello. 

Imagen procedente de: Aullidos.com

​ ’Hermana muerte' me ha parecido, a su modo, una antítesis de lo que era ‘Verónica’, porque toda la reducción de florituras dejaba espacio para que el terror se abriese paso de forma efectiva, mientras que la precuela se esfuerza demasiado en hacer compleja una historia que no lo necesita y, si a eso le sumas unos sustos que se ven venir como un coche con las largas puestas, te da como resultado una cinta que se complica ella sola. Aunque es del todo innegable que la puesta en escena de Plaza se ha vuelto mucho más trabajada, como ya pasaba en ‘La abuela’, usando el plano para encerrar a su protagonista en la pesadilla y hacer de este un vehículo fascinante entre realidad y fantasía. 

​Sin duda, lo más interesante que propone ‘Hermana muerte' es su lectura sobre este tema, algo que estudiaba de forma brillante uno de los mejores dramas del pasado año, ‘El prodigio’ (2022), protagonizado por Florence Pugh. Es en ese relato de la niña tocada por la varita de Dios y su consiguiente consagración como milagro (o farsa) andante, donde Plaza nos regala los mejores momentos de la película. Por tanto, que lo más interesante sea dejado de fondo es lo que lastra la película a un ritmo algo tedioso, que solamente se levanta si eres fan de los jumpscares y los momentos violentos, los cuales son siempre muy impactantes.

★★


#Cinealaderiva

3 de noviembre de 2023 


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