Dune: Parte Dos

Religión de la estética

por David Castiella

Dune: Part Two | Denis Villeneuve

EEUU, 2023 | 166 minutos

Guion: Denis Villeneuve, Jon Spaihts.

Elenco principal: Temothée Chalamet, Zendaya, Rebecca Ferguson, Austin Butler, Javier Bardem, Josh Brolin, Florence Pugh, Dave Bautista, Stellan Skargärd.

Legendary Pictures, Warner Bros., Villeneuve Films.

​ Si leemos uno a uno los nombres de los actores, nos damos cuenta de lo importante que es Denis Villeneuve en la industria hollywoodiense para que profesionales del calibre de Anya Taylor-Joy (Súper Mario Bros, 2023) o Christopher Walken (Separación, 2022)), acepten salir tan solo unos segundos solo para participar en el que es ya uno de los mayores proyectos de la historia.

​Si no estás muy metido en el cine, es cierto que 'Dune: Parte Uno' (Denis Villeneuve, 2021) pudo haber caído como una losa de hielo sobre tu cabeza por el ritmo y la frugalidad con la que el director abordaba parte del primer libro de Dune, que en términos cinematográficos, es cierto que no tenía una estructura clásica que seguir en cuanto a las películas de acción y aventura a las que estamos acostumbramos, el ABC del cine (introducción, nudo, desenlace).

​También es verdad que 'Dune' cuenta con una desventaja, que su historia parece estar muy vista, una tragedia shakespeariana que sirvió de inspiración a George Lucas para 'Star Wars' (1977) y cuyo viaje del héroe ha sido repetido muchas veces en el séptimo arte. Aunque si os consuela a los que no os terminó de gustar la primera parte, 'Dune: Parte Dos' seguramente tiene toda esa acción cuya falta tal vez acusaba la primera.

Aquí asistimos a una continuación de donde la primera parte lo dejó, no solo en la historia sino también a nivel narrativo. La pausa con la que Villeneuve aborda la mitología, el camino del héroe y los paisajes reales y morales hace que la película, por momentos, ponga el freno de mano y entre en un barbecho de imágenes, componiendo una atmósfera de seriedad y gravedad sobre lo que está aconteciendo en pantalla. Sin embargo, a diferencia de la primera (que me parece brillante también), aquí encontramos muchos más momentos de acción pura perfectamente contados con una espectacularidad tremenda, véase la secuencia del coliseo en blanco y negro, los asaltos a las naves de recolección de especia o el cabalgamiento del gusano.

​No creo que sea necesario mencionar los actores porque todos están perfectos en sus papeles, dejadme que mis favoritos sean Rebecca Ferguson y un Austin Butler brutalizado, que están en esa línea que les pide su director de seriedad y aguantando la magnitud de los planos. 

​​La única parte negativa que le veo a la película es algo que le pasa a muchos directores cuyas películas alcanzan este nivel de perfección, sobriedad y solemnidad. Como a Kubrick en '2001: Una odisea del espacio' (1968) o a Paul T. Anderson en Pozos de ambición (2007); las imágenes de Villeneuve alcanzan tal punto de cálculo que por momentos ahoga la propia historia y emociones de los personajes. No es hasta que llegan los momentos de épica donde el film consigue respirar, despegarse de todo su mantra y calar en el espectador de forma más honesta y sencilla.

Imagen procedente de Warner Bros.

​Porque si bien las dos primeras horas por momentos se convierten en cine contemplativo: como la arena se desplaza por las dunas, como caminan para no atraer a los gusanos, como se cierne la noche sobre el desierto..., no es hasta la última hora donde uno debe dejar cualquier prejuicio atrás y rendirse ante una de las mayores barbaridades jamás vistas en el séptimo arte. La última parte es un absoluto baño narrativo, visual y épico de un calibre como nunca antes se ha visto en pantalla. Cuando el mesías abraza la oscuridad, la película se vuelve urgente, aún más gigantesca y terriblemente cruel. Como Denis Villeneuve nos proporciona un triple asalto a la base Harkonnen en Arrakis, controlando desde el montaje el caos de la batalla, aguantando los planos para que veamos con todo detalle la masacre, las peleas cuerpo a cuerpo, helicópteros explotar por el aire, los gusanos arrasando, los protagonistas dejando el fuego atrás mientras asciende la matanza..., es una auténtica locura.

​Y entonces, cuando parece que todo ha acabado, llega la pelea final entre Paul Atreides y Feyd-Rautha Harkonnen, que a un nivel mucho más minimalista que la batalla anterior, genera una épica similar. Es una de las peleas mejor filmadas que yo haya visto, y todo se reduce a un manejo perfecto de Villeneuve no solo de como chocan los cuchillos, sino también qué es importante focalizar en cada momento. 

'​Dune Parte Uno y Dos' es un absoluto milagro, un modelo de cine de autor que hoy en día cuesta salir a la luz, y es cierto que quien busque un ritmo rápido puede que no entre en lo que hace Villeneuve, pero quién sea capaz de encontrarse dentro de la propuesta, va a disfrutarla sin parangones. 

★★★★½ 


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