Con sangre en los labios

Amor bañado en violencia y anabolizantes

por Abel Estellés

Love Lies Bleeding  | Rose Glass

Reino Unido 2024 | 104 minutos

Guion: Rose Glass, Veronika Tofilska 

Elenco principal: Kristen Stewart, Katy O'Brien, Ed Harris, Dave Franco...

Film4 Productions, A24, Escape Plan Productions, Lobo Films.

​​Nunca me había pasado que una misma película me haya hecho pensar que es, al mismo tiempo, dos o tres films distintos. Con el primer teaser póster de ‘Con sangre en los labios’ (Rose Glass, 2024) creía que íbamos a ver un bollo drama con esos toques espeluznantes que nos suele dedicar A24 y una reflexión muy profunda acerca de la falta de libertad y la opresión heteropatriarcal dentro de la sociedad de los años 90, pero luego llegó a mi time line de Twitter un GIF de la obra que me cambió el parecer. Después de darle unas cuantas vueltas pensé que igual era una trama con fenómenos paranormales, vampiricántropos o esteroides que hacían algo más que aumentar la masa muscular de Katy O’Brien ('El Mandaloriano', 2020 -2023). Pues resulta que no, que ni una cosa ni la otra, aunque con un poco de ambas.

​Conducida por Kristen Stewart ('Crímenes del futuro', 2022) quien dejó de lado las tragicomedias hollywoodenses llenas de CGI para adentrarse en el cine autoral. Incluso me aventuraría a decir que ha hecho más por este tipo de cine que John Cassavetes ('Una mujer bajo la influencia', 1974), Woody Allen ('Golpe de suerte', 2023) o Ingmar Bergman ('El sépitmo sello', 1957), por decir algunos de los más grandes, para que veáis el nivel.  Acompañada de una esplendorosa y hercúlea Katy O’Brien que, como he dicho, se come la película a base de carisma, acting y sus bíceps. 

​Con ‘Saint Maud’ (2019) Rose Glass ya nos estaba avisando que su pasión por el cine psicológico y el terror dejaría huella en una sociedad acostumbrada y educada en que las películas de terror no dan miedo y, como máximo, te puedes encontrar con alguna obra bien disfrutona, pero que te sube la adrenalina a base de jumpscares que se ven venir a kilómetros de distancia. 'Con sangre en los labios' no es muy diferente de esta, en sentido narrativo es un viaje visceral y muy duro a través de las emociones de las dos protagonistas. Además, en sentido técnico es una maravilla que busca, me temo, provocar la arcada temprana a la vez que el mantenerte alerta en todo momento, por si ocurre algo que merezca la pena denunciar por malestar de estómago o hastío psicológico. 

Imagen extraída de Zumzeig

​Seguimos la relación de dos mujeres que de entre toda la mugre de una ciudad hasta arriba de mierda, en sentido literal y figurado, son limpias, necesitadas de amor y obras de caridad, a la vez que de sexo sin control y salir pitando de esa cobija llena de testosterona con bigotes llamada sociedad heteropatriarcal. Aunque también equivaldría a ese gimnasio de mala muerte.​

​No es más que un mal anacronismo sentir todo el tiempo que una relación lésbica no esté mal mirada en una ciudad donde los valores conservadores imperan por encima del resto, viendo como el propio desencadenante de la problemática de la película es el abuso continuado de un marido a su esposa, que acaba por no quedar impune. No digo que no nos encante ver como dos mujeres empoderadas se enrollan delante del humo que produce el carbonizado cuerpo de un maltratador, pero es extraño ver como dos policías que únicamente se dedican a comer rosquillas e ir a misa ni siquiera comenten al respecto. Sin embargo, no seré yo quien me queje de que en una utopía ochentera sea más ruidoso ver a un hombre con el bigote mal cortado que besándose con otro hombre. Patriarcado, supongo.

​Esta relación es el umbral, el desarrollo y la consecuencia de unas acciones más enrevesadas de lo que deberían, y poco defendibles. Toxicidad vestida de militar y camuflada de gestos bonitos o que parecen bonitos, más bien. Glass nos da todo lo que necesitamos saber de sus personajes de una forma literal y metafórica a la vez. No nos dice cómo son, sino que nos lo enseña. Gestos, manías u objetos que nos hacen entender la psique de unos personajes que son más evidentes de lo que podría parecer porque nos representan mucho a nosotros mismos, como mirarse en un espejo y decir: "ese imaginario ochentero somos nosotros mismos, esos concursos de liberación de hormonas no es más que el más puro individualismo actual."

Imagen extraída de The Seattle Times

​Todo acaba siendo un metiche entre la realidad y la fantasía, una fantasía que enamora con su originalidad y una realidad que aterra con su coherencia. Rose Glass decide darnos un relato que almacena absurdo por todos lados, un absurdo que se crea a base de un delirio imaginativo que deja los razonamientos para el colegio y evoca una trama demente destinada puramente a admirar la suspicacia que hay detrás del caos. 

​Nos hemos quedado admirando lo malévolo que puede ser un film representándonos a nosotros mismos, pero sumidos en el imaginario colectivo de una nostalgia mal recordada. Es terriblemente duro de aceptar.

★★★ 


#Cinealaderiva

21 de junio de 2024

en Cine
Hit Man
Hot Man & Hot Woman